jueves, 29 de octubre de 2009
martes, 13 de octubre de 2009
¿Descubrimiento o Invasión de América?
lunes, 12 de octubre de 2009
¿PARA QUÉ APRENDER HISTORIA EN EL PERU?
¿PARA QUÉ APRENDER HISTORIA EN EL PERU?
Es importante aprender historia por las siguientes razones:
- Para apreciarnos mejor a nosotros mismos.
Todas las grandes naciones como las antiguas y modernas de Europa, al mirarse a si mismo se encuentran civilizadas, grandes, únicas y miran los pueblos como menos importantes, bárbaros o salvajes. Los incas usaron este mismo mecanismo para fortalecerse como nación. Sin embargo, luego de la conquista española por múltiples razones, surgió un complejo colectivo inverso en nuestra sociedad: mirar con admiración al extranjero, que consideramos civilizados, y autoflajelarnos al considerar que nuestras raíces indígenas son mas bien bárbaras, indias y casi prescindibles.
Tenemos que aprender a mirar a nuestros ancestros prehispánicos como los europeos miran a los griegos y romanos, no les podemos pedir el hierro, la rueda, las matemáticas, la filosofía y la escritura sino el sistema que construyeron y las tecnologías que establecieron para establecer un adecuado control y manejo de sus ecologías.
- Para conocer mejor el presente
Los pueblos antiguos, como el griego y el romano, se consideraron únicos, hicieron una historia inmediata de si mismo y caducaron muy pronto. Nuestros incas, no interesados en la historia como desenvolvimiento irreversible como repetición, terminaron atrapados en el mito y la mentalidad mítica. La historia, tal como la entendemos hoy en día, nos permite pensar nuestro destino común como proceso irreversible, inteligible caprichoso, impredecible pero con una direccionalidad que es necesario descubrir y conocer…
- Por una razón de objetividad
Nunca hemos tenido una memoria tan rica, tan extensa y tan polémica. Estos avances, aplicando nuevos métodos y técnicas, nos han permitido tener un conocimiento mas objetivo de la historia humana, la vez desembarazarnos de mitos, fabulas y prejuicios…
En el Perú, en los últimos 30 años, nuestra historiografía ha ganado mucho en objetividad. Los estudios etnohistóricos, por ejemplo, de peruanos y extranjeros, nos han permitido acercarnos a una nueva historia prehispánica y entenderlas a partir de los conceptos modelos, a veces propios, y otros utilizados para entender diversas y grandes civilizaciones en el mundo.
- La historia como critica y superación: una memoria nacional
Jorge Basadre, en su monumental Historia de la Republica del Perú, concluida en los años ’40 y desarrollada hasta los años ’70, realizó el último gran esfuerzo para construir una historia nacional.
Sin embargo en los mismos años ’60, se levantan multitud de voces para increparle por sus olvidos, omisiones y descuidos; lo acusaron de eludir la historia agraria, la historia de las regiones; del campesinado, de la economía, para concentrarse en la historia de las elites y de los acontecimientos, políticos y militares. Los que Basadre consideraba habían conducido y estructurado la nación peruana. ¿Pero que otra manera había de construir una historia nacional, sino con conclusiones y exclusiones, recuerdos y olvidos, batallas y héroes, victorias y derrotas, miserias y grandezas?
De: Sobre la Nueva Historia del Perú
Manuel Burga
jueves, 8 de octubre de 2009
Grau
por Manuel González Prada
http://www.voltaire net.org/article1 62433.html? var_mode= calcul
Pájinas Libres, 1885
8-10-2009
I
Épocas hai en que todo un pueblo se personifica en un solo individuo: Grecia en Alejandro, Roma en César, España en Carlos V, Inglaterra en Cromwell, Francia en Napoleón, América en Bolívar. El Perú en 1879 no era Prado, La Puerta ni Piérola, era Grau.
Cuando el Huáscar zarpaba de algún puerto en busca de aventuras, siempre arriesgadas, aunque a veces infructuosas, todos volvían los ojos al Comandante de la nave, todos le seguían con las alas del corazón, todos estaban con él. Nadie ignoraba que el triunfo rayaba en lo imposible, atendida la superioridad de la escuadra chilena; pero el orgullo nacional se lisonjeaba de ver en el Huáscar un caballero andante de los mares, una imajen del famoso paladín que no contaba sus enemigos antes del combate, porque aguardaba contarles vencidos o muertos.
Nosotros, lejítimos herederos de la caballerosidad española, nos embriagábamos con el perfume de acciones heroicas, en tanto que otros, menos ilusos que nosotros i más imbuidos en las máximas del siglo, desdeñaban el humo de la gloria i s'engolosinaban con el manjar de victorias fáciles i baratas.
I
¡Merecíamos disculpa!
El Huáscar forzaba los bloqueos, daba caza a los transportes, sorprendía las escuadras, bombardeaba los puertos, escapaba ileso de las celadas o persecuciones, i más que nave, parecía un ser viviente con vuelo de águila, vista de lince i astucia de zorro. Merced al Huáscar, el mundo que sigue la causa de los vencedores, olvidaba nuestros desastres i nos quemaba incienso; merced al Huáscar, los corazones menos abiertos a la esperanza cobraban entusiasmo i sentían el jeneroso estímulo del sacrificio; merced al Huáscar, en fin, el enemigo se desconcertaba en sus planes, tenía,vacilaciones desalentadoras i devoraba el despecho de la vanidad humillada, porque el monitor, vijilando las costas del Sur, apareciendo en el instante menos aguardado, parecía decir a la ambición de Chile: "Tú no pasarás de aquí". Todo esto debimos al Huáscar, i el alma del monitor era Grau.
II
Nació Miguel Grau en Piura el año 1834. Nada notable ocurre en su infancia, i sólo merece consignarse que, después de recibir la instrucción primaria en la Escuela Náutica de Paita, se trasladó a Lima para continuar su educación en el colejio del poeta Fernando Velarde.
A la muerte del discípulo, el maestro le consagró una entusiasta composición en verso. Descartando las exajeraciones, naturales a un poeta sentimental i romántico, se puede colejir por los endecasílabos de Velarde, que Grau era un niño tranquilo i silencioso, quien sabe taciturno.
Nunca fuiste risueño ni elocuente
Y tu faz pocas veces sonreía
Pero inspirabas entusiasmo ardiente,
Cariñosa y profunda simpatía
(Fernando Velarde)
Mui pronto debió de hastiarse con los estudios i más aún con el réjimen escolar, cuando al empezar la adolescencia s'enrola en la tripulación de un buque mercante. Seis o siete años navegó por América, Europa i Asia, queriendo ser piloto práctico antes que marino teórico, prefiriendo costear continentes i correr temporales a navegar mecido constantemente por las olas del Pacífico.
Consideró la marina mercante como una escuela transitoria, no como una profesión estable, pues al creerse con aptitudes para gobernar un buque, ingresó a la Armada nacional. ¿A qué seguir paso a paso la carrera del guardia marina en 1857, del capitán de navío en 1873, del contralmirante en 1879? Reconstituir conforme a plan matemático la existencia de un personaje, conceder intención al más insignificante de sus actos, ver augurios de proezas en los juegos inocentes del niño, es fantasear una leyenda, no escribir una biografía. En el ordinario curso de la vida, el hombre camina prosaicamente, a ras del suelo, i sólo se descubre superior a los demás, con intermitencias, en los instantes supremos.
El año 1865 hubo momento en que Grau se atrajo las miradas de toda la nación, en que tuvo pendiente de sus manos la suerte del país. Conducía de los astilleros ingleses un buque de guerra a tiempo que la República se había revolucionado para deshacer el tratado Vivanco-Pareja. Plegándose a los revolucionarios, entregándoles el dominio del mar, Grau contribuyó eficazmente al derrumbamiento de Pezet.
La popularidad de Grau empieza al encenderse la guerra contra Chile. Antes pudo confundirse con sus émulos i compañeros de armas o diseñarse con las figuras más notables del cuadro; pero en los días de la prueba se dibujó de cuerpo entero, se destacó sobre todos, les eclipsó a todos. Fué comparado con Noel y Gálvez, i disfrutó como Washington la dicha de ser "el primero en el amor de sus conciudadanos". El Perú todo le apostrofaba como, Napoleón a Goethe: "Eres un hombre".
III
Y lo era, tanto por el valor como por las otras cualidades morales. En su vida, en su persona, en la más insignificante sus acciones, se conformaba con el tipo lejendario del marino.
Humano hasta el exceso, practicaba jenerosidades que en el fragor de la guerra concluían por sublevar nuestra cólera. Hoi mismo, al recordar la saña implacable del chileno vencedor, deploramos la exajerada clemencia de Grau en la noche de Iquique. Para comprenderle i disculparle, se necesita realizar un esfuerzo, acallar las punzadas de la herida entreabierta, ver los acontecimientos desde mayor altura. Entonces se reconoce que no merecen llamarse grandes los tigres que matan por matar o hieren por herir, sino los hombres que hasta en el vértigo de la lucha saben economizar vidas i ahorrar dolores.
Sencillo, arraigado a las tradiciones relijiosas, ajeno a las dudas del filósofo, hacía gala de cristiano i demandaba la absolución del sacerdote antes de partir con la bendición de todos los corazones. Siendo sinceramente relijioso, no conocía la codicia --esa vitalidad de los hombres yertos--, ni la cólera violenta --ese momentáneo valor de los cobardes--, ni la soberbia --ese calor maldito que sólo enjendra víboras en el pecho--. A tanto llegaba la humildad de su carácter que, hostigado un día por las alabanzas de los necios que asedian a los hombres de mérito, esclamó: "Vamos, yo no soi más que un pobre marinero que trata de servir a su patria".
Por su silencio en el peligro, parecía hijo de otros climas, pues nunca daba indicios del bullicioso atolondramiento que distingue a los pueblos meridionales. Si alguna vez hubiera querido arengar a su tripulación, habría dicho espartanamente, como Nelson en Trafalgar: "La patria confía en que todos cumplan con su deber". Hasta en el porte familiar se manifestaba sobrio de palabras: lejos dél la verbosidad que falsifica la elocuencia i remeda el talento. Hablaba como anticipándose al pensamiento de sus con la más leve contradicción. Su cerebro discernía con lentitud, su palabra fluía con largos intervalos de silencio, i su voz de timbre femenino contrastaba notablemente con sus facciones varoniles i toscas.
Ese marino forjado en el yunque de los espíritus fuertes, inflexible en aplicar a los culpables todo el rigor de las ordenanzas, se hallaba dotado de sensibilidad esquisita, amaba tiernamente a sus hijos, tenía marcada predilección por los niños. Sin embargo, su enerjía moral no s'enervaba con el sentimiento como lo probó en 1865 al adherirse a la revolución: rechazando ascensos i pingües ofertas de oro, desoyendo las sujestiones o consejos de sus más íntimos amigos, resistiendo a los ruegos e intimaciones de su mismo padre, hizo lo que le parecía mejor, cumplió con su deber.
Tan inmaculado en la vida privada como en la pública, tan honrado en el salón de la casa como en el camarote del buque, formaba contraste con nuestros políticos i nuestros guerreros, existía como un verdadero anacronismo.
Como flor de sus virtudes, trascendía la resignación: nadie conocía más el peligro, i marchaba de frente, con los ojos abiertos, con la serenidad en el semblante. En él, nada cómico ni estudiado: personificaba la naturalidad. Al ver su rostro leal i abierto, al cojer su mano áspera i encallecida, se palpaba que la sangre venía de un corazón noble i jeneroso.
Tal era el hombre que en buque mal artillado, con marinería inesperta, se vió rodeado i acometido por toda la escuadra chilena el 8 de octubre de 1879.
IV
En el combate homérico de uno contra siete, pudo Grau rendirse al enemigo; pero comprendió que por voluntad nacional estaba condenado a morir, que sus compatriotas no le habrían perdonado el mendigar la vida en la escala de los buques vencedores. Efectivamente. Si a los admiradores de Grau se les hubiera preguntado qué exijían del Comandante del Huáscar el 8 de Octubre, todos habrían respondido con el Horacio de Corneille: Que muriera!".
Todo podía sufrirse con estoica resignación, menos el Huáscar a flote con su Comandante vivo. Necesitábamos el sacrificio de los buenos i humildes para borrar el oprobio de malos i soberbios. Sin Grau en la Punta de Angamos, sin Bolognesi en el Morro de Arica ¿tendríamos derecho de llamarnos nación? ¡Qué escándalo no dimos al mundo, desde las ridículas escaramuzas hasta las inesplicables dispersiones en masa, desde la fuga traidora de los caudillos hasta las sediciones bizantinas, desde la maquinaciones subterráneas de los ambiciosos vulgares hasta las tristes arlequinadas de los héroes funambulescos!
En la guerra con Chile, no sólo derramamos la sangre, exhibimos la lepra. Se disculpa el encalle de una fragata con tripulación novel i capitán atolondrado, se perdona la derrota de un ejército indisciplinado con jefes ineptos o cobardes, se concibe el amilanamiento de un pueblo por los continuos descalabros en mar i tierra; pero no se disculpa, no se perdona ni se concibe la reversión del orden moral, el completo desbarajuste de la vida pública, la danza macabra de polichinelas con disfraz de Alejandros i Césares.
Sin embargo, en el grotesco i sombrío drama de la derrota, surjieron de cuando en cuando figuras luminosas i simpáticas. La guerra, con todos sus males, nos hizo el bien de probar que todavía sabemos enjendrar hombres de temple viril. Alentémonos, pues: la rosa no florece en el pantano; i el pueblo en que nacen un Grau i un Bolognesi no está ni muerto ni completamente dejenerado. Regocijémonos, si es posible: la tristeza de los injustamente vencidos conoce alegrías sinceras, así como el sueño de los vencedores implacables tiene despertamientos amargos, pesadillas horrorosas.
La columna rostral erijida para conmemorar el 2 de Mayo se corona con la victoria en actitud de subir al cielo, es decir, a la rejión impasible que no escucha los ayes de la víctima ni las imprecaciones del verdugo. El futuro monumento de Grau ostentará en su parte más encumbrada un coloso en ademán d'estender el brazo derecho hacia los mares del Sur.
Catalina de Rusia fijó en una calle meridional de San Petersburgo un cartel que decía: "Por aquí es el camino a Constantinopla". Cuando la raza eslava siente impulsos de caminar hacia las tierras verdes" ¿no recuerda las tentadoras palabras de Catalina? Si Grau se levantara hoi del sepulcro, nos diría... Es inútil repetir sus palabras: todos adivinamos ya qué deberes hemos de cumplir, adónde tenemos que dirijirnos mañana.
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miércoles, 19 de agosto de 2009
Equipo peruano-español logró llegar a mural rupestre con rostro de Manco Inca
viernes, 31 de julio de 2009
DATOS HISTÓRICOS QUE DEBEMOS SABER,
Por: LUIS MICHAELS
Acontecidos de día sábado 28 de Julio de 1821
La República publicó una entrevista al historiador Arnaldo Mera Ávalos, la misma que trata sobre cosas no tan conocidas del contexto histórico en el cual tuvo lugar la declaración de la Independencia del Perú, un ya lejano 28 de Julio de 1821.
–¿La clásica imagen de la proclamación de la independencia corresponde a la realidad?
–Básicamente sí, lo curioso en ese clásico óleo es que el arzobispo de Lima no estuvo presente.
Él estaba en contra de la independencia. El clero era realista. Tanto es así que en Lima estaban refugiados los obispos de Huamanga y de Trujillo. Todas estas autoridades eclesiásticas fueron deportadas días después, por temor a su influencia en el pueblo y para evitar un levantamiento.
–Lima también era refugio de muchos españoles desplazados de otras ciudades de América.
–La ciudad se había convertido no sólo en un refugio sino también en un nido de las malas noticias que llegaban de toda América. Las noticias de las luchas intestinas en Argentina, publicadas por la prensa platense eran repetidas en Lima. La prensa realista limeña de los años 1820 y 21 repetía todas las malas noticias que llegaban de las zonas liberadas, sobre todo de La Plata, como para demostrar todo el caos generado por la independencia.
–¿Por ser Lima la capital del Virreinato?
–Lima era una ciudad señorial, capital del Virreinato, acostumbrada durante trescientos años a albergar funcionarios de la Corona. Las limeñas se casaban con esos funcionarios españoles.
Por eso tanta gente temía a La Patria, es decir, al ejército emancipador.
Era un miedo a perder sus propiedades y a quebrar su unidad familiar. Esa gente no sabe qué va a pasar.
–¿Cómo fue la ceremonia de la Proclamación?
–Se eligió el 28 de julio porque era sábado. El acta de la independencia se firma el 15, con las rúbricas de la aristocracia de la ciudad.
–La misma aristocracia que le tenía miedo a "La Patria".
–No todos, pero recuerda que sólo firmaban los varones, no las mujeres. Está comprobado que la mayoría de las mujeres eran realistas porque mantenían su vínculo con su confesor, y sus confesores eran sacerdotes españoles.
–¿Y la Proclamación?.
–Lo simpático es que el 28 de julio de 1821 no fue una sola proclamación. No se hizo en un sólo lugar, sino que se realizó siguiendo la costumbre de la típica procesión colonial, es decir, se reproduce una representación del antiguo régimen. La Proclamación de la independencia se hizo en cuatro Plazas.
Igual que cuando se proclamó al nuevo Rey de España y como se proclamaban las noticias que llegaban de la metrópoli, como el nacimiento de un infante, la boda de un príncipe o la proclamación de un Rey, porque en España el Rey es proclamado, no coronado. La primera proclamación fue en la Plaza de Armas, la segunda en la Plaza de La Merced, en Santa Ana y en la Plaza de la Santa Inquisición, es decir, la actual Plaza Bolívar.
–¿Y cuál era el ambiente en la Lima de 1821?.
–Era un clima de guerra civil. En la ciudad faltaban alimentos, había carestía de harinas, faltaba trigo por el bloqueo de la armada de Lord Cochrane. El tema de abandonar la ciudad fue vital para las tropas realistas, porque mantener su defensa tenía un costo muy alto. Por eso se van a la sierra, donde estaba toda la producción.
En la práctica el Perú no era Lima, por eso las tropas realistas abandonan la ciudad.
–Muchas familias se refugiaron en los conventos.
–Por temor a ‘La Patria’. Los conventos estaban repletos de refugiados. Tenemos a los seiscientos limeñas y limeños refugiados en el Castillo del Callao, mal llamado Real Felipe. Tenemos la amenaza del general Canterac, cuyas tropas habían rodeado Lima. La ciudad estaba amurallada y Canterac la rodea desde La Molina, avanza por San Borja, entra por Limatambo y pasa hasta Bellavista.
Todo eso aumenta el temor en la ciudad. Hay un miedo a lo desconocido, al cambio.
–¿Qué pasaba con la llamada ‘plebe’, es decir, los indios y los negros?-
–Tenemos que diferenciar. El negro esclavo de la elite podía vestirse mejor, incluso, que muchos blancos pobres. Me refiero a los carroceros, cocineros o mayordomos. Su suerte dependía de lo que pasaba con su amo. Cuando San Martín se acerca a Lima manda decir que todo negro que se pase al bando libertador será libre. Por eso en Lima hay tanto temor a la fuerza del ejército patriota.
Muchos temían que no fuera una fuerza organizada, sino que sea un ejército desordenado con tropas proclives al saqueo y al pillaje. Había temor a los desertores realistas que querían saquear la ciudad.
–¿Hubo violencia en Lima?-
–Aquí no hubo una conciencia de clase de la plebe como en la revolución francesa. Hubo asaltos y algunos robos.
La plebe de la ciudad era acomodaticia. Era una plebe que estaba con el momento. Meses antes de la Jura de la Independencia, la plebe llenó la Plaza para escuchar la Jura de la Constitución de Cádiz.
Los oradores tiraron monedas y la plebe dió vivas a la nueva Constitución. Recuerda además que para el 28 de Julio de 1821, todavía no existía el concepto de ciudadano. Imagínate, el viernes 27 se acostaron como súbditos del Rey de España y al día siguiente eran Ciudadanos libres e independientes.
Muchos no sabían qué significaba ser Ciudadano.
–¿Y el Ejército?-
–El ejército realista estaba intacto, asediando la ciudad, había deserciones pero básicamente estaba intacto.
El ejército realista estaba conformado por peruanos de todo el territorio.
En esos años los peruanos eran los indios. Durante la independencia no se habla de los peruanos, porque peruanos eran los indios. El criterio de ‘peruanos’ nace después.
–Pero en 1821 no hubo una persecución de españoles como la que hubo en otras ciudades de América.
–En esos días no, pero poco después fue muy dura. Esa persecución la hizo Monteagudo a partir del mes de Octubre de 1821. Fue una persecución tan odiosa, que los mismos limeños celebraron el asesinato de Monteagudo. Separó familias de toda clase social. Un caso que sonó mucho en la ciudad fue cuando deportaron a un español viudo. Su hija, una niña, tuvo que pasar al cuidado de su comadre.
Ese caso chocó mucho para la sensibilidad limeña.
–¿Y la gente que se había refugiado en los conventos?.
–Salieron en Septiembre de 1821. Esa gente se refugió por miedo a la Patria pero luego les devolvieron sus propiedades. San Martín les permite firmar una boleta de capitulación y de reconocimiento de la Independencia. Ese grupo de personas se salva.
–¿San Martín cumplió con su compromiso?.
–San Martín era un caballero. Hasta recibió a las damas de alcurnia. Un caso fue el de la esposa del marqués de Vallumbrosio, de la nobleza cusqueña, que se encontraba en Lima y solicitó una cita con San Martín para reclamar su hacienda de San Juan de Lurigancho, herencia de su familia limeña. San Martín le devuelve la hacienda que había sido confiscada.
–Pero también hubo excesos.
–Como en toda guerra civil. Lo que buscaba la independencia era lo que también querían muchos limeños. Me refiero al comercio libre que España no permitía. No había libre importación y había una necesidad de apertura del mercado.
–¿San Martín se ganó a la aristocracia?
– Cuando San Martín entra a la ciudad reconoce el gobierno que dejó el virrey La Serna, era un vecino octogenario, el Marqués de Montemira, y ese detalle gustó en las clases altas limeñas. El marqués era un criollo venerable que había nacido antes del último terremoto que asoló la capital.
–¿Quiénes eran ‘la Patria”?
–Era el ejército libertador y todo aquel insurgente que luchaba por la independencia de su patria chica, en este caso de Lima. “La Patria” era el Ejército de San Martín, era la noción de ‘Independencia’ que llegaba de Argentina y Chile. Antes de que llegue San Martín había cierta burla hacia “La Patria’, hacia los ingleses. En esos años los ingleses tenían carta de neutralidad. Todos los veían mal, si estaban mucho tiempo en la ciudad eran espías, si estaban poco tiempo también eran espías. Y los ingleses lo único que buscaban era negociar libremente.
miércoles, 29 de julio de 2009
¿Porqué celebramos cada 28 de julio la independencia del Perú?
Si realmente no somos libres. ¿Solo por el hecho que la clase criolla del Perú tomó el poder interno de nuestra patria en el año 1821 se ha logrado realmente la independencia del Perú?
No engañemos más a nuestra juventud y la niñez, digámosle a ellos la verdad y enseñémosle a luchar por la verdadera libertad de nuestra nación. Recordemos el mensaje del Manuel Gonzáles Prada: De que las nuevas generaciones se levantarán contra el yugo de la corrupción y del dominio extranjero y condenarán a los políticos corruptos y a los opresores de nuestra nación.
Ahora más que nunca somos dependientes economicamente de las potencias mundiales. Hasta Chile nos ha invadido económicamente. Entonces de qué libertad hablamos, si hasta nuestro Himno Nacional es humillante. Deberíamos cambiar las letras del Himno Nacional por las siguientes palabras:
“Luchemos contra el dominio extranjero, nuestra nación milenaria es la más grande de sudamérica, seamos orgullosos de nuestro pasado grandioso del imperio de los Incas. Jamás nos sometamos ante el yugo opresor de las potencias extranjeras. Recuperemos Arica y Tarapaca…”
¿Qué esperamos los peruanos? Que venga otro San Martín o un nuevo Bolívar?
Son los jóvenes y niños guiados por los viejos con dignidad que debemos luchar por nuestra verdadera libertad económica, política, tecnológica y cultural y no seguir sometidos ni pisoteados en nuestra dignidad nacional por el sometimiento de nuestros gobernantes traidores que se venden al mejor postor de las trasnacionales extranjeras.
¿Porqué los políticos no defienden la dignidad nacional de nuestra patria? A estos politicos solo les interesa la plata del Estado peruano. No debemos confiar mas en ellos. Estos políticos jamás lucharán por la verdadera independencia del Perú.
Ha llegado la hora de levantarnos los peruanos y ya no sigamos cantando el Himno Nacional derrotista y humillante de nuestra dignidad nacional. Luchemos por la verdadera libertad de los pueblos del Perú.
Las generaciones que nos vamos, dejemos el mejor legado a los niños y a los jóvenes: Que es la dignidad y la verdadera libertad; y jamás claudiquemos a nuestros derechos de nación libre y soberana ante ninguna potencia extranjera.
¡Viva el Perú milenario!
Fuente:http://peru.indymedia.org/
viernes, 24 de julio de 2009
Cultura Yshma del II Intermedio
Un arqueólogo limpia una momia de la civilización indígena Ychsma en un lugar histórico de la ciudad de Lima. Una momia pre-inca y otros ocho restos humanos han sido desenterrados en este antiguo cementerio de la capital de Perú. Los arqueólogos dijeron que algunos habitantes habían estado viviendo encima de los restos humanos durante años.
Photo REUTERS. July 22, 2009.
Fuente: http://utero.pe/
domingo, 14 de junio de 2009
José Carlos Mariátegui - autobiografía
Apuntes autobiográficos
"Aunque soy un escritor muy poco autobiográfico, le daré yo mismo algunos datos sumarios. Nací el 95. A los 14 años entré de alcanza-rejones en periódico. hast 1919 trabajé en el diarismo, primero en "La Prensa", luego en "El Tiempo", finalmente en "La Razón". En este último diario patrocinarnos la reforma universitaria. Desde 1918, nauseado de política criolla me orienté resueltamente hacia el socialismo, rompiendo con mis primeros tanteos de literato inficionado de decadentismo y bizantinismo finiseculares, en pleno apogeo. De fines de 1919 a mediados de 1923 viajé por Europa. Residí más de dos años en Italia. donde desposé una mujer y algunas ideas. Anduve por Francia, Alemania, Austria y otros países. Mi mujer y mi hijo me impidieron llegar a Rusia. Desde Europa me concerté con algunos peruanos para la acción socialista. Mis artículos de esa época señalan estas estaciones de mi orientación socialista. A mi vuelta al Perú, en 1923, en reportajes, conferencias en la Federación de Estudiantes, en la Universidad Popular, artículos, etc., expliqué la situación europea e inicíe mi trabajo de investigación de la realidad nacional, conforme al método marxista. En 1924 estuve, como ya lo he contado, a punto de perder la vida. Perdí una pierna y me quedé muy delicado. Habría seguramente ya curado del todo con una existencia reposada. Pero ni mi pobreza ni mi inquietud espiritual me lo consienten. No he publicado más libros que el que Ud. conoce. Tengo listos dos y en proyecto otros dos. He aquí mi vida en pocas palabras. No creo que valga la pena hacerla notoria; pero no puedo rehusarle los datos que Ud. me pide. Me olvidaba: soy un autodidacta. Me matriculé una vez en letras en Lima, pero con el solo interés de seguir el curso de latín de un agustino erudito. Y en Europa frecuenté algunos cursos libremente, pero sin decidirme nunca a perder mi carácter extra-universitario y tal vez, si hasta anti-universitario. En 1925 la Federación de Estudiantes me propuso a la Universidad como catedrático en la materia de mi competencia; pero la mala voluntad del Rector y, seguramente, mi estado de salud, frustraron esta iniciativa."
De la carta de fecha 10 de enero de 1927, enviada por José Carlos Mariátegui al escritor Enrique Espinoza (Samuel Glusberg), director de la revista La Vida Literaria, editada en Buenos Aires. Se publicó la carta en su número del mes de mayo de 1930, en homenaje al recién fallecido Mariátegui.
CRONOLOGIA DE LA VIDA DE MARIATEGUI
CRONOLOGIA DE LA VIDA DE MARIATEGUI.
Viernes 15 de septiembre de 2006.
Preparada por Alberto Florez Galindo y Ricardo Portocarrero para la Antología Invitación a la Vida Heróica. Corregida y aumentada para la Exposición Mariátegui Cien Años por Ricardo Portocarrero y José Carlos Mariátegui E. Publicada en internet por primera vez en 1996 en la página de la Casa Museo José Carlos Mariátegui.
1894 Nace en Moquegua el 14 de junio. Sus padres: María Amalia La Chira Ballejos y Francisco Javier Mariátegui Requejo. Tuvo dos hermanos: Guillermina y Julio César. Su padre abandona el hogar siendo José Carlos muy niño; la madre, para mantener a sus hijos, se traslada a Lima.
1899 La familia Mariátegui-La Chira va a vivir a Huacho, donde reside la rama materna.
1901 José Carlos Ingresa a la escuela.
1902 Sufre un accidente en la escuela, por lo que es trasladado a Lima e internado en la Maisón de Santé. Padece una larga convalecencia de cuatro años; queda delicado de la pierna izquierda; no puede continuar sus estudios.
1907 Muere su padre, Francisco Javier Mariátegui, el 9 de noviembre en el Callao.
1909 Entra a trabajar como "alcanzarrejones" en el diario "La Prensa".
1910 Asciende a ayudante del linotipista y corrector de pruebas.
1911 Febrero. Primer artículo en el diario La Prensa, firmado con el seudónimo Juan Croniqueur. Ingresa al servicio de la redacción y ayuda en la clasificación de los telegramas de provincias.
1912 Le es encomendada la redacción de las notas policiales y de lotería.
1913 Se incorpora a la redacción de "La Prensa".
1914 Comienza a escribir regularmente artículos para "La Prensa" sobre tópicos literarios y artísticos. Colabora con la revista "Mundo Limeño".
1915 Inicia su colaboración con la revista hípica "El Turf" y con la revista femenina "Lulú": Notas sociales, cuento y poesía.
1916 Enero. Estrena "Las Tapadas", obra de teatro escrita en colaboración con Julio de la Paz. La crítica no le fue favorable. Febrero. Retiro en el Convento de los Descalzos. Los poemas que escribió allí se publican en la revista "Colónida".
Junio. Renuncia a "La Prensa". Al mes siguiente ingresa a "El Tiempo" como redactor principal y cronista parlamentario con su sección "Voces", dedicada a comentarios críticos sobre la política nacional. Es nombrado co-director de la revista "El Turf". Publica el poema dramático La Mariscala, junto con Abraham Valdelomar. Anuncia su libro de poesías "Tristeza", que no llega a publicarse.
1917 Publica por corto tiempo el diario "La Noche", en contraposición al diario "El Día", que estaba vinculado al gobierno de Pardo.
Se matricula en un curso de Latín en la Universidad Católica. Gana el premio Municipalidad de Lima otorgado por el Círculo de Periodistas, con su crónica periodística "La Procesión Tradicional". Es elegido vicepresidente del Círculo de Periodistas. Noviembre. Ocurre el ’escándalo’ del cementerio mientras los bolcheviques toman el poder en Rusia.
1918 Junio. Junto a César Falcón y Félix del Valle, funda "Nuestra Epoca", revista de orientación socialista. Es agredido por un grupo de jóvenes militares por su artículo "Malas tendencias: El deber del Ejército y el deber del Estado", publicado en el primer número. Es uno de los fundadores del Comité de Propaganda y Organización Socialista, del cual se separa pronto por divergencias internas.
1919 A principios de año se separa de "El Tiempo". Mayo-Agosto. Publica el diario "La Razón", desde donde apoya el paro general por el abaratamiento de las subsistencias y el movimiento de reforma universitaria. El diario es clausurado por presión del gobierno de Leguía, debido a su línea periodística de oposición. Octubre. Mariátegui es enviado a Italia por el gobierno de Leguía como agente de propaganda del Perú en el extranjero, como forma de encubrir su deportación.
Noviembre. Llega a Francia y se entrevista con Henri Barbusse en París. Prosigue a Roma. Diciembre. Conoce a Anna Chiappe en el Restaurant Campestre "Il Piccolo Edén", en el pueblo de Nervi (Génova).
1920 Inicia sus colaboraciones periodísticas para el diario "El Tiempo", posteriormente agrupadas como "Cartas de Italia". Inicia su formación marxista con la lectura sistemática de literatura pertinente.
Julio-Octubre. Recorre el norte italiano (Turín, Milán, Venecia), siguiendo con atención el movimiento huelguístico de Turín y el fenómeno de los Consejos de Fábrica.
1921 Enero. Asiste al Congreso del Partido Socialista Italiano en Livorno, -donde el ala izquierda se escinde y forma el Partido Comunista Italiano- como corresponsal del diario "El Tiempo". Febrero. Se casa con Anna Chiappe y en diciembre nace su primer hijo, Sandro Tiziano Romeo.
1922 Junto con César Falcón, Carlos Roe y Palmiro Machiavello, funda la primera célula comunista peruana.
Abril-Mayo. asiste a la Conferencia Internacional convocada por el Consejo Supremo de la Sociedad de las Naciones. Junio. Abandona Italia y recorre Europa a la espera de poder volver al Perú. Visita Francia, Alemania, Austria, Hungría, Checoslovaquia, y Bélgica. Durante ese recorrido estudia los movimientos revolucionarios que convulsionan el continente europeo después de la guerra.
1923 Enero. Se embarca rumbo al Perú, desde el puerto de Amberes (Bélgica), en el vapor "Negada".
Marzo. Regresa al Perú. Es entrevistado por Angela Ramos para la revista "Variedades". Se aboca a la tarea de editar un diario o una revista. Abril. Establece contacto con Haya de la Torre y la Universidad Popular, por intermedio de Fausto Posadas, quien fuera redactor obrero de "La Razón". Junio. Inicia en la Universidad Popular su ciclo de conferencias titulado "Historia de la Vida Mundial".
Setiembre. Inicia su colaboración con la revista "Variedades", en la sección "Figuras y Aspéctos de la Vida Mundial". Octubre. Haya de la Torre es deportado por el gobierno de Leguía. Oscar Herrera asume la rectoría de la Universidad Popular y Mariátegui la dirección de la revista "Claridad". Es arrestado en una reunión de dicha revista junto con un grupo de profesores y alumnos de la Universidad Popular, Noviembre. Aparecen anuncios de la revista "Vanguardia. Revista Semanal de Renovación Ideológica. Voz de los Nuevos Tiempos", dirigida por Mariátegui y Félix del Valle, proyecto que no llega a concretarse.
1924 Enero. Concluye el ciclo de conferencias en la Universidad Popular. Marzo. El número 5 de la revista "Claridad" está dedicado a Lenin. Impulsa la fundación de la Editorial Obrera Claridad.
Mayo. Grave crisis de su salud: salva la vida tras la amputación de la pierna derecha. Setiembre. Inicia su colaboración en la revista "Mundial", que dirige Andrés Avelino Aramburú, con la sección "Motivos Polémicos" y después "Peruanicemos al Perú".
1925 Es propuesto por los estudiantes para una cátedra universitaria, lo que no es aceptado por el Rector. Octubre. Funda la Editorial Minerva. Publica su primer libro, "La escena contemporánea", serie Biblioteca Moderna de la Editorial Minerva.
1926 Febrero. Aparece "Libros y Revistas", órgano de la Editorial Minerva que servirá de base económica y de circulación para la revista "Amauta". Con la fundación de las primeras células de la A.P.R.A., Mariátegui acepta participar desde Lima en ese frente único. Setiembre: Aparece "Amauta", revista mensual de definición ideológica.
1927 Febrero-Marzo. Polemiza sobre el indigenismo con Luis Alberto Sánchez. Junio. El gobierno de Leguía denuncia la existencia de un supuesto "complot comunista" e inicia la represión contra los núcleos obreros e intelectuales. Mariátegui es recluido en el Hospital Militar de San Bartolomé. Se clausura "Amauta" y la Editorial Minerva. Mariátegui estudia la posibilidad de trasladarse a Buenos Aires o Montevideo. Diciembre. Reaparición de "Amauta".
1928 Abril. Ruptura entre Mariátegui y Haya de la Torre. Mariátegui toma contacto con la Secretaría Sindical de la Tercera Internacional por intermedio del español Miguel Contreras. Envía a la U.R.S.S. como delegados al IV Congreso de la Profintern (Sindical Roja) realizado en Moscú, y al Congreso de los Países Orientales realizado en Bakú, a Julio Portocarrero y Armando Bazán.
Septiembre. Aparece en la revista "Amauta" el editorial "Aniversario y Balance" donde define su orientación socialista, marxista-leninista Se inician los trabajos para la fundación del Partido Socialista. (nota de redacción de El Diario: el nombre de Partido Socialista que elige Mariátegui para la fundación del Partido Comunista, no cambia el carácter marxista-leninista de esta organización y ello se puede ver en el programa y estatutos de esta organización. Esta aclaración es pertinente, en tanto los revisionistas de Mariátegui, lo presentan como si el Partido Socialista fundado por él habría tenido contradicciones con una línea marxista y revolucionaria. Además no hay que olvidar que el Partido Socialista de Mariátegui desde sus orígenes se afilia a la Internacional Comunista dirigida por los bolcheviques rusos.
Octubre 8: Se constituye formalmente el Partido Socialista con Mariátegui como secretario general.
Noviembre. Aparece "7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana". Aparece el quincenario obrero "Labor".
1929 Febrero-Abril. Publica en la revista "Mundial" su novela corta "La Novela y la Vida". Mayo. Se constituye el Comité Organizador Pro-Central General de Trabajadores del Perú. Ese mismo mes envía a Montevideo a Julio Portocarrero como delegados al Congreso Constituyente de la Conferencia Sindical Latinoamericana. Junio. Asisten a Buenos Aires Hugo Pesce y Julio Portocarrero como delegados a la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana. Es nombrado miembro del Consejo General de la Liga Anti-imperialista, órgano impulsado por la Tercera Internacional. Setiembre. La casa de Mariátegui es allanada, esta vez debido a un supuesto "complot judío". Clausura de "Labor".
1930 Febrero. Eudocio Ravines regresa clandestinamente al país. Es nombrado secretario general del Partido Socialista.
Marzo. Mariátegui es internado de emergencia en la Clínica Villarán. Muere el 16 de abril.